Colorimetría ¿le tenemos miedo al color?

Es cierto que muchas veces no estamos seguras de si tal o cual color nos va bien aunque nos lo probemos incluso, por lo que terminamos recurriendo al clásico negro, y no está mal. Leí varias entrevistas que les realizaron a Pamela Madero y Fernanda Ortega (expertas en el tema) y pude extraer lo que para mí son los tips necesarios para “aprender a vestir según nuestro color de piel”.

¿Por qué o para qué es importante saber esto? porque al usar los colores que van mejor con nuestras características naturales puede hacer que nos veamos más saludables, jóvenes y radiantes, mientras que cuando usamos un color que no nos va bien puede acentuar nuestras ojeras, rosácea o manchas en la piel e incluso crear sombras o marcas las líneas de expresión haciendo que nos veamos cansadas o enfermas.

Ahora, ¿cómo los identificamos? el gran Test de la Colorimetría…

Según lo que he leído y estudiado hemos de prestar atención a 3 puntos principales:

• el tono de la piel en cuanto a su reacción al sol

• el color de ojos

• el color del pelo

En el primer punto, la regla básica es que si nuestra piel se broncea con el sol somos de tonalidad cálida, y si por el contrario se pone roja, le cuesta agarrar color o se opaca, somos de tonalidad fría. De esta forma, las personas CALIDAS tienen una piel

más amarillenta que puede abarcar diferentes tonalidades (desde tono más claros, medios, hasta morenos), mientras que las personas FRÍAS tienen una piel que puede ser rosada, verdosa o azulada, sin importar si es muy clara o

de color (pasa por tonos claros como el blanco porcelana, medios, como la piel olvido o el beige neutro, hasta oscuros como el café oscuro).

En cuanto al color de ojos, en las tonalidades cálidas podemos hablar desde tonos azules turquesa, con manchas verdosas, pasando por los verdes, miel hasta castaños más oscuros. Por su parte, en las tonalidades frías vemos ojos grises o azules hielo, pasando por verdes grisáceos hasta ojos café o marrones bien oscuros, incluso negros.

Con respecto al pelo, el pelo cálido puede ir desde tonos dorados hasta rojos profundos, pasando por castaños, cafés oscuros con rayos rojizos o dorados, mientras que el pelo frío será siempre cenizo (sin rayos cobrizos ni dorados) y en tonos azulados, desde el rubio platinados hasta el gris o negro.

(LA IDEA ES CHEQUEAR QUÉ SOMOS EN CADA PUNTO, SI SOMOS 2 Y 1, GANARÁ EL QUE PREDOMINE).

**TIP EXTRA: Una forma súper fácil y más entretenida de saber cuál es nuestra temperatura es la típica prueba del dorado o plateado. ¿Cómo? tomando un collar, caravanas o algunas prenda en esto tonos y probarla. Saber cuál te va mejor te dará una idea de tu temperatura. La que te vaya mejor te dará más luminosidad a la cara. Si es el dorado significa que en primera instancia sos cálida, mientras que si te va mejor el plateado sos fría.

Hablemos un poco ahora de los colores, ¿no? lo que todas estamos esperando

Para las tonalidades frías:

Para las tonalidades cálidas:

Para la noche en cualquier caso conviene optar por los tonos oscuros, pudiendo agregarles toques de color o complementarlos con toques metálicos para levantar el look. En el día, por la contraria, está bueno jugar más con los colores y evitar combinaciones muy oscuras como rojo-negro, así como telas metálicas o brillantes.

**TIP MAKE UP:

En tonalidades cálidas irán mejor los labiales cercanos al café y sombras anaranjadas y doradas

En tonalidades frías irán mejor los labiales rojo intenso y rosa, y sombras moradas, negras, grises y azules

PUNTO EXTRA: EL ROJO PURO ES TEMPERATURA CERO

¿WHAT? SÍ, no es ni frío ni cálido. Lo importante es dar con el tono de rojo que nos vaya bien, que por lo general en tonalidades cálidas tirarán más para el anaranjado y en tonalidades frías hacia el rojo intenso azulado más oscuro y vivo.

Aunque se dice que las pieles claras se vuelven más pálidas al usar labiales fuertes, lo cierto es que el color indicado puede llenarlas de vida e iluminar las mejillas.

Si la piel tiende a los tonos fríos, lo mejor será elegir rojos de base azulada como el frambuesa o el granate.

La tez neutra o más cálida acepta cualquier tono, aunque nunca debe abusarse de los naranjas.

Un rostro bronceado, de base oliva, se beneficiará con labiales intensos que generan contraste, el tono perfecto es el bermellón.

¿Qué opinan? Les gustaría saber acerca de la colorimetría que les favorece? Contáctenme, ¡con gusto lo averiguamos junt@s!